Qué grande es el fútbol

Manuel Ladrón de Guevara

Una de las muchas definiciones que se han hecho del balompié lo retrata como «un deporte de caballeros jugado por rufianes». Esto probablemente fue así a finales del siglo XIX, en aquel fútbol primigenio que se embarcó en los puertos ingleses para conquistar el mundo.

Nació la FIFA en 1904. Llegó el profesionalismo, y el fútbol emprendió el largo viene del placer al deber del que nos habló Galeano. Fue durante ese trayecto que se nos jodió el Perú, Zavalita. Fueron montándose en el vagón todo tipo de pillos y tramposos. Y dirigentes, que en algunos casos viene a ser lo mismo.

Faltan diez semanas si contamos la presente para que se acabe la liga. Y no sabemos cuantos puntos tiene la UD Almería, 22 o 25. Villar, en su pelea con la Liga y su presidente, con el Gobierno y su Secretario de Estado, ha tomado como rehén a este modesto club andaluz. Le faltó tiempo para aplicar la escandalosa por desproporcionada sanción de la FIFA. Le faltó el tiempo que le sobró para apoyar públicamente en su día al Barça en su sanción, que responde  a un motivo bastante más grave. Es este un ejemplo más de la catadura del individuo. Qué grande es el fútbol, que es capaz de sobrevivir a personajes así.